lunes, 4 de julio de 2016

¡¡Mercadillo "vintage" solidario de GRANDES MARCAS!!

Domingo 10 de julio en el Pazo de La Saleta, de 11.30 a 14.30, en Meis, Pontevedra.

Cartel diseñado por Amai Rodríguez.

¡Os esperamos!
¡Besos y abrazos calurosos!

Sylvie Tartán.

martes, 7 de junio de 2016

¿Qué hacer en Madrid? Visita al Museo Cerralbo.

Queridos lectores, ante todo disculpas por el abandono al que os he sometido (alguno seguro que lo habrá agradecido) y que ha sido ajeno a mi voluntad: compromisos, viajes, trabajo y un sinfín de excusas más que me han impedido cumplir con la obligación. Hecha esta aclaración, os quiero contar una maravillosa y sorprendente vivencia que he tenido estos días, mi primera visita al Museo Cerralbo en Madrid. ¿Y cómo es que a estas alturas descubro una joya de tamaña relevancia? Tengo que entonar el mea culpa porque, aunque estuvo cerrado durante unos cuantos años, se reabrió en diciembre de 2010, vamos, que tuve tiempo de sobra y no fui. Pero como nunca es tarde si la dicha es buena, ha sido 2016 el año elegido para mi bautismo cerralbiano. No pasa nada, la cosa es hacerlo y además hacerlo con buenos resultados como ha sido el caso. No puedo más que decir que esta institución goza de un esplendor y una gloria de los que he sido testigo tras esta breve pero fructífera estancia en la capital. Os dejo una diminuta muestra de la grandiosidad de un palacio, de la exuberancia, delicadeza y belleza de una colección y del recorrido por la historia y el arte del mundo, que, gracias al Marqués de Cerralbo, podemos hacer con tan solo desplazarnos a este fantástico rincón. Desde un capitel romano del siglo I d. C. a unos gemelos de oro del siglo XIX de don Carlos de Borbón pasando por un puf-leñera monísimo digno de copiar vilmente por los que tenemos chimenea. Yo todavía no me he recuperado y creo que el Síndrome de Stendhal, al que tanto hago referencia, se me ha instalado de manera crónica y ya no hay terapia que me lo quite. Bueno, sí, la hay, pero prefiero seguir con el síndrome y la tele sin encender.
Una última recomendación, a los que sufrís de dolores cervicales, venid con la fisioterapia hecha de casa, ya que vais a tener que mirar para arriba para abajo, para derecha e izquierda. Las obras de arte, las reliquias, los restos arqueológicos, las porcelanas... están por todos lados incluido el techo.
Os dejo puesta esta ligerísima crónica acompañada de un bravo por el Marqués de Cerralbo y otro bravo por los conservadores de su casa y colección. Este exquisito viaje en el tiempo fue una experiencia increíble.
  
En estos lugares pongo cara de buena (en mi fuero interno estoy maquinando cómo rayos llevarme algo de allí).

Jarrón con "Flores de Mayo". Fábrica de Meissen.

Maravilloso reloj flanqueado por unos retratos enmarcados de manera regia, como corresponde.


Salita rosa.

Uno de los preciosos baños.

Armadura procedente de Japón, período Edo.

Busto y manos de un apóstol sobre fantástica vitrina.


Detalle de uno de los techos. 

Tondo de Luca della Robbia.

El único papel pintado que se conserva original de la época. 

Jardinera procedente de Japón, Era Meiji, entre otras maravillas.

La "Sala de las Columnitas".

Detalle del tocador. ¿Quién no quiere algo así?

Velador de malaquita procedente de Rusia.

Detalle de la mesa de billar francesa, hacia el 1855.

Campana china, Dinastía Qing.


Teléfono Ericsson.

Las lámparas son impresionantes.



Diminuta obra de arte oriental.

Colección de camafeos.

Maravilla tropical.

Otro de los monísimos baños.

Os recuerdo que lo que aquí habéis visto es pura anécdota y os dejo los créditos como siempre. Hasta la próxima, queridos. 

Museo Cerralbo

c/ Ventura Rodríguez, 17

28008 Madrid, España

Teléfonos: (00 34) 915 47 36 46 / 47

Sylvie Tartán: bailarinas de Pretty Ballerinas, vestido de Grace & Mila, blazier Maison Scotch, clutch de Ba&sh y collares vintage de Carmén Hernán.


Sylvie Tartán.

viernes, 20 de mayo de 2016

Parador Nacional de Cambados, 50 Aniversario.

Queridos lectores, por fin un evento a la altura de una resurrección. Y es que hoy os voy hacer una breve crónica de todo un acontecimiento: el 50 Aniversario del Parador Nacional de Cambados, lugar donde se elige cada año el mejor vino albariño del mundo y lugar, también, donde mis padres pasaron parte de su luna de miel. Una muy buena combinación de circunstancias a la que hay que añadir el susodicho feliz cumpleaños.
No sé si os pasa a vosotros pero yo, cuando quiero sentirme a resguardo, me voy a un parador nacional. Iba a deciros que es una apuesta segura pero no, no es una apuesta en absoluto, se trata de una certeza. Elijas el que elijas, sin necesidad de andar investigando comentarios de anteriores huéspedes en la red, sabes que vas a "dormir tranquilo" en todos los sentidos de la expresión.

Preparada para el acontecimiento.
Además del encanto del Parador cuya edificación es el antiguo Pazo de Bazán, una hermosa casa solariega que ahora se ha convertido en el Parador de Turismo del Albariño, existen muchas más razones para venir a Cambados. El líder de los Immaculate Fools, el británico Kevin Weatherill, se ha venido a vivir aquí, a una casita con hórreo y capilla y dice que es tan feliz que puede llegar a ser odioso (Fuente: La Voz de Galicia). Además, Fátima Abal, la encantadora Alcaldesa de este municipio con quien tuvimos el gusto de charlar un buen rato, nos habló orgullosa de la hospitalidad de sus ciudadanos que roza a veces la anécdota. Una anécdota maravillosa, por supuesto, que nos hizo comprender perfectamente, qué mueve a un inglés como Kevin Weatherill a trasladarse aquí.

El patio central del edificio lucía los 50 con una juventud inusitada.
Pero volvamos al protagonista: el Parador. Fue en uno de sus salones donde escribí, acompañada de un gin-tonic, -si no, no hay manera-, el prólogo de "Dios y otros superhéroes" del escritor Alexander Vórtice, mi única incursión literaria publicada hasta ahora, y es aquí donde vengo de vez en cuando a tomar un piscolabis alejada del mundanal ruido. Adoro Cambados y adoro este rincón de piedra e historia. Y por eso, me hizo tanta ilusión ser invitada -en calidad de Pazo de La Saleta-,  a celebrar los 50 años de vida de esta institución, a la que por cierto, acudieron -acudimos, perdón-, diversas personalidades como el Presidente de la Xunta, don Alberto Núñez Feijóo o el Presidente del Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas, el Marqués de Figueroa.
Disfrutamos de todo un desfile de riquísimas viandas elaboradas in situ y, particularmente, tomé nota de un buen puñado de ideas decorativas para mis eventos. Eso sí, sólo ideas decorativas ya que no dispongo de los conocimientos básicos suficientes para detectar ingredientes, calcular cantidades e irme a casa a mezclar todo adecuadamente para repetir la experiencia. No pasa nada, me encanta que cocinen otros y, mientras lo hacen, ustedes pasen, vean y disfruten.

Precioso arreglo floral de gerberas, peonías, camelias, liliums, rosas, ramas de eucalipto...
Estos zumos estaban absolutamente deliciosos. Sí, la primera sorprendida fui yo cuando me decanté hacia la bebida no alcohólica pero es que la tentación era grande.
Me encantó la decoración con verduras. Una auténtica monada.

Si no hay Casera, me da igual, pero si no hay queso, sí que me voy. Por suerte, había unos cuantos y todos riquísimos.

Declaro abiertamente en este foro que voy a copiar de manera ruín la idea del vasito y el tenedor. 

Helado de limón con bizcocho y muelle de caramelo. Seguramente el postre se llame de otra forma, no me hagáis mucho caso.

Orgía de hortalizas y verduras bajo el agua. Apunto.

Y tras saludar a varios amigos y conocidos, llegó el momento final, la foto de familia y el honor para mí de compartir ese momento con ellos. Muchísimas gracias a todo el personal del Parador de Cambados por ser tan profesionales y además, lo que es igual de importante, tan absolutamente encantadores. ¡Gracias, gracias, gracias y muchísimas felicidades, amigos!

Aquí están los responsables del éxito de este parador y servidora feliz en el medio.

Y todavía tuvimos una sorpresa más, un regalito a la salida que nos encantó. Yo, que soy uno de esos dinosaurios que todavía usa Cds, me fui muy contenta a casa con la selección de música "vintage" que sonaba el año que nació este parador: Simon and Garfunkel, Aretha Franklin, The Mamas and the Papas, Bob Dylan... ¡¡Absolutamente genial!!

Para escuchar "His boots are made for walking" y trasladaros a 1965, pinchad aquí.

Aunque los fastos del 50 cumpleaños ya pasaron, no dejéis de pasaros vosotros por aquí. El Parador de Cambados os acogerá con cariño y una cocina creativa hecha con los productos de la tierra pero dándoles una vuelta diferente. Os alojaréis en un lugar con historia que además, continua escribiéndola a golpe del mejor vino Albariño.
Muchas felicidades, queridos amigos, y hasta la próxima, queridos lectores.

Créditos:
- Parador de Cambados: Paseo Calzada s/n. 36630 Cambados. Teléfono: 986 54 22 50.
- Estilismo Sylvie Tartán: Vestido "vintage" de Lullaby (Barcelona), pendientes Teria Yabar, zapatos Marc Jacobs, blazer Max Azria, Cartera Loewe.

Sylvie Tartán.

miércoles, 11 de mayo de 2016

La Tournée des Restaurants et Bistrots. (Nº 14). Restaurante "El de Alberto".

Queridos lectores, retomamos la guía imprescindible del buen comer, "La Tournée des Restaurants et Bistrots" , que tantas alegrías de paladar y de estómago nos dio en tiempos pasados y que además es, sin lugar a dudas, una de las guías con mayor influencia a nivel internacional en la materia. Y es que digo yo, y sin ánimo de ofender, ¿cómo te vas a fiar de una guía culinaria que tiene nombre de neumático? A mí, desde luego, no me parece nada apetecible. En fin, me hagáis o no me hagáis caso, aquí va mi experiencia de hace unos días en la hermosa ciudad de La Coruña, mi "Madrid gallego", al que acudo siempre que puedo ya que el mono de urbe sigue ahí dándome la lata y quitándome el sosiego. Comenzamos la ruta. 
Antes de entrar en materia, o mejor dicho, antes de que la materia entre en nosotros, siempre hay que estimular los jugos gástricos para comprobar que efectivamente funcionan bien y están preparados para el arduo trabajo. Para ello, mi equipo y yo nos fuimos a Lumar, en rúa Federico Tapia, 24, un restaurante, cafetería, coctelería muy recomendable donde nos pimplamos unos deliciosos Daiquiri y Margarita, acompañados de ricas patatas fritas y cacahuetes bañados en chocolate.

El sitio además es muy mono. Sólo le pongo un pero: la televisión encendida. Es una pequeña fobia que tengo, lo reconozco.
El restaurante escogido para después fue, como reza el título, "El de Alberto", en calle Ángel Rebollo, 18, muy cerca de la Torre de Hércules. Nota: recordad que viví 23 años en Madrid, y el concepto "cerca" lo tengo alterado.
El resultado fue más que satisfactorio: una experiencia divertida con materia prima de primera, imaginación en los platos y postre delicioso que puso la guinda.


Sylvie Tartán antes de la cena. Queridos restauradores, cuando vean a esta chica, no se echen a temblar. Si el restaurante no me gusta, no hablaré de él salvo que me hayan envenenado y, además, me haya dado cuenta.

Uno de los momentos más emocionantes, ¡abrir la carta! Por cierto, el pan estaba delicioso.

Decoración correcta. Enamorada de esa silla de cuero.

Por mi imaginación pasaron muchas cosas para hacer con estas cuerdas. Me abstengo de comentarlas.

Al final fuimos tres a la mesa. Nuestro acompañante de excepción, fue el riquísimo Abadía Retuerta.

De primero, alcachofas rellenas de holandesa con foie por encima. Buenísima combinación.


Costilla de vaca a baja temperatura con salsa de miso. Impresionante. (Las miguillas de la imagen delatan lo que os decía del pan).

Picaña de black angus con salsa de manitas. Quien la pillara esta noche.

Patatas fritas simplemente perfectas. Que las hay que no lo son...Conste.

Postre de merengue y limón con helado. Sublime, os lo aseguro. 

Sylvie Tartán, después de la cena y en proceso de Ascensión. 
Nuestro veredicto: un restaurante espectacular con una relación calidad precio que casi no te puedes creer. ¡Felicidades a todo el equipo y felicidades a todos los que os dejéis caer por allí en un futuro! Os aseguro que habréis acertado.

Créditos:
- Cafetería Lumar, calle Federico Tapia, 24. La Coruña. 881 87 33 53.
- Restaurante "El de Alberto", calle Ángel Rebollo, 18. La Coruña. 981 90 74 11.
- Outfit Sylvie: vestido vintage procedente de una subasta en Londres y adquirido en Piamonte (Madrid), "trench" de Sonia Rykiel, zapatos Carolina Herrera, bolso Accessorize. Pendientes Teria Yabar.

Besos, abrazos y bon appetit.

La Tournée des Restaurants et Bistrots.
Sylvie Tartán.

jueves, 28 de abril de 2016

La cerveza desde otro punto de vista.

Queridos amigos, no se me asusten, no he descubierto unas pastas de té hechas con cerveza ni un ambientador para la casa con su aroma, ni una mermelada con su sabor. Hoy os voy a hablar -brevemente para no aburrir- de la levadura de cerveza, de uno de sus beneficios y de mi experiencia. Sí, sé lo que estáis pensando: que esto va a ser un tostón y que yo antes escribía sobre moda, motor, decoración, arte, sitios para salir, restaurantes... y últimamente hablo de salud y médicos. Cosas de la edad. Tristísimo. Pero es que envejecer tiene estas consecuencias, empiezas a hacer aguas y, una vez que te pones, es difícil parar.

No entendéis nada, ¿verdad? Yo tampoco.
Mi problema, perdón, uno de mis problemas, desde hace décadas era mis uñas.  No porque las sacara mucho sino precisamente porque no podía sacarlas de paseo y menos pintármelas. Aunque normalmente me las vierais con color, aquello era un puro espejismo. Para mí pintarlas era un deporte de riesgo porque siempre las había tenido tan débiles que se me deshojaban, reblandecían y despegaban y todo incrementado con lavado de manos continuo, una de mis muchas manías,  hacía que casi se me disolvieran.
Cansada de que los médicos me dieran siempre vitaminas que efectivamente funcionaban pero que al dejar de tomarlas volvía la uña a su estado inicial deplorable, me decidí hace poco más de dos meses a tomar levadura de cerveza que, según me había informado a través de una fuente fidedigna, Google por supuesto, tenía lo que yo llamo el "efecto licántropo", o sea, que el pelo y las uñas te crecían por doquier.

Fotograma de "La mujer lobo de Londres". No confundir con la mujer loba que es otra cosa bien distinta.

Nunca he sido muy creyente en los beneficios de los remedios caseros. Una vez me hice una mascarilla para pelo seco con aceite de oliva y estuve varios días con la cabeza como una sartén: se podía freír un huevo perfectamente con la grasa. Aparte, siempre he pensado que el medicamento, la cosmética o lo que sea que ingieras o te apliques, fabricado por un laboratorio, lleva las dosis exactas y yo no voy a hacerlo mejor sin estudios previos y sin experimentar en otros seres vivos. El caso es que claudiqué y opté, como os digo, por este remedio natural. Increíblemente, ahora tengo unas uñas que se aproximan a la "normalidad". No son para presumir pero a mí me valen. Tres cucharaditas de levadura por las mañanas han obrado el milagro. Un remedio barato con cierta dosis de sacrificio porque, saber, sabe a rayos, aunque la compréis "desamargada". (Por cierto, ese proceso de "desamargar", ¿no se podrá aplicar a las personas?).


Ya puedo arañar sin problema. Este año me voy a las rebajas.

No tengo comisión en las ventas, lo aseguro, pero no puedo más que aconsejaros la ingesta de este honguito que tiene múltiples propiedades, aparte de la que yo os comento hoy. Si os repele el sabor, lo tenéis en pastillas aunque a mí me gusta más tomarlo como Dios lo trajo al mundo.


Y nada más, queridos míos. La próxima semana, prometo haceros una recomendación con algo de glamour y dejarme de achaques de vieja prematura.
Un besito, mimos y achuchones.

Sylvie Tartán.